Las cooperativas desempeñan un importante papel para hacer que la visión de un futuro sostenible se convierta en una realidad para todos basándose en los valores de la autoayuda, la autorresponsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad y la solidaridad. Es menester de los fundadores, los socios cooperativos hacer suyos los valores éticos de la honestidad, la transparencia, la responsabilidad y la vocación social. A continuación te dejo un extracto de un documento electrónico que nos habla sobre las cooperativas de consumo.
La cooperativa de consumidores es una sociedad de personas cuyo objetivo es realizar una actividad económica que tenga por objeto el suministro de bienes o servicios para consumo o uso de sus socios y de quienes con ellos convivan habitualmente.
A través de la cooperativa, los consumidores y usuarios satisfacen sus necesidades buscando mejores condiciones de información, calidad y precio, garantizando la transparencia informativa y económica de la gestión.
La cooperativa de consumidores responde a iniciativas colectivas encaminadas a resolver necesidades comunes del consumidor o usuario final. Para ello es imprescindible:
Partir de un grupo de personas interesadas en obtener productos y servicios para sí mismos, en mejores condiciones de información, calidad y precio. La iniciativa puede partir de un colectivo de personas o de una entidad con base social amplia.
Reunir el capital social suficiente para iniciar la actividad, ya sea mediante aportaciones de los socios o cuotas periódicas, así como otros recursos.
Prever que los servicios y productos que se ofrecen también puedan ser adquiridos por terceras personas que no sean socias de la cooperativa.
Los consumidores que se agrupan en la cooperativa tienen como objetivo obtener productos o servicios a los que, de otro modo, no podrían acceder, o bien obtenerlos a un coste menor que el precio de mercado, consiguiendo así un ahorro en su economía doméstica.
El ahorro cooperativo es consustancial a la cooperativa de consumo, que agrupa a los consumidores, a modo de “central de compras”, para poder adquirir los productos lo más directamente posible del productor, evitando la intervención de intermediarios en la cadena de producción-distribución-consumo, con el fin de abaratar costes y, con ello, conseguir que el precio final del producto que paga el consumidor sea menor.
En definitiva, la cooperativa de consumidores es una empresa cuya propiedad y control es de los socios consumidores, mediante la cual se abastecen de los productos y servicios que precisan y que gestionan con eficiencia, buscando obtener las mejores condiciones de información y de precio.
Además de los socios de consumo, muchas cooperativas han optado por incluir, como socios, a los trabajadores, mediante la figura del socio de trabajo. También puede haber socios colaboradores –y en algunas autonomías, socios inversores- que, sin desarrollar la actividad de consumo, ni tampoco la de trabajo, colaboren en que la cooperativa consiga sus objetivos.
La desigualdad es un obstáculo fundamental para el desarrollo, priva a las personas de servicios básicos y oportunidades para construir una vida mejor para sí mismas y para sus hijos. El modelo cooperativo ayuda a hacer frente a este reto. Las cooperativas se esfuerzan por defender los principios de la igualdad y la participación democrática. Están firmemente comprometidas con las comunidades a las que prestan servicios. Este modelo empresarial, construido sobre la base de la inclusión y la sostenibilidad, ofrece un camino hacia la justicia económica, social y política para todos.
Fuente:
http://www.hispacoop.org [en línea] Hispacoop: ¿Qué es una cooperativa de consumidores? [Fecha de consulta: 16 julio 2015]
Disponible en:
http://www.hispacoop.org/guia/?page_id=2
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