Continuando con las diferencias culturales y administrativas en diferentes regiones del globo y como estas características afectan a las estrategias dentro de un mercado globalizado, estudiaremos a continuación la cultura y conducta administrativa.
Citemos información del libro Administración una perspectiva global de los autores Koontz Harold y Weihrich Heinz.
CULTURA Y CONDUCTA ADMINISTRATIVA
La cultura no es fácil de definir. La cultura puede describirse como un patrón de comportamiento en relación con valores y convicciones desarrollados en el transcurso del tiempo. Los símbolos por ejemplo, pueden indicar qué valoran los miembros de una sociedad u organización. Lo cierto es que puede distinguirse entre la cultura de una nación y la cultura de una organización. El ambiente externo influye en las personas que interactúan dentro de una organización. Pero también debe reconocerse que en un país la cultura puede variar enormemente, y no sólo en países tan grandes y diversos como Estados Unidos, sino también en naciones geográficamente pequeñas y relativamente homogéneas como Alemania. Los alemanes del norte se comportan de diferente manera que la población del sur del país. La cultura y su impacto en las organizaciones deben considerarse a la luz de esta advertencia.
Los administradores de hoy deben desarrollar una perspectiva global; una visión localista resulta ya inadmisible. Antes, muchas compañías estadounidenses (excepto las transnacionales) no veían razón para desarrollar una perspectiva global.
El inmenso mercado estadounidense resultó suficiente a menudo para las pequeñas y medianas empresas. Estas compañías no veían la necesidad de crecer más allá de las fronteras nacionales y aventurarse en países extranjeros, con diferentes culturas e idiomas y mayores riesgos. Pero en la actualidad difícilmente cualquier compañía puede ignorar en el ámbito global, aun si no planea operar en el exterior. Un número cada vez mayor de empresas extranjeras se incorpora al mercado estadounidense. Además, muchas empresas de Estados Unidos emplean a personas de diferentes naciones con diferentes culturas.
Las diferencias culturales afectan conductas y prácticas administrativas como planeación, organización, dirección y control. La cultura también afecta las relaciones interpersonales, como las que ocurren en negociaciones. En Rusia, por ejemplo, las personas de negocios no suelen cultivar relaciones de largo plazo con sus socios. Del mismo modo, no debería sorprender el hecho de que pocos rusos sonrían en público.
A los estadounidenses les resultará relativamente fácil hacer negocios con los ingleses. Unos y otros no sólo comparten muchos aspectos culturales, sino que además se comunican en el mismo idioma, lo que facilita las relaciones interpersonales. Sin embargo a los ingleses no les gusta hablar de negocios en la mesa.
En Francia, el conflicto es parte común de la vida cotidiana. Pareciera que los franceses desearan investigar la veracidad misma de las leyes universales. Basan su confianza personal en el carácter del individuo, más que en sus logros profesionales. Además, el impulso competitivo no es tan pronunciado en Francia como en Estados Unidos.
La cultura y la conducta de los estrategas nacionales o extranjeros se ve reflejada a la hora de realizar negocios, por lo tanto, es necesario que la empresa cuente con una persona por demás preparada para este tipo de negociaciones.
BIBLIOGRAFÍA:
KOONTZ, Harold y WEIHRICH, Heinz. ADMINISTRACIÓN: Una perspectiva global 12ª. Edición. México D.F: Editorial Mc-Graw-Hill Interamericana. 2004. 804p.
ISBN: 9701039491
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