Hablar del papel de la iglesia católica en la colonia es hacer una larga pausa para mencionar lo importante que esta fue en todos los ámbitos, como seguramente recordarás un encargo que el papado hizo para autorizar la exploración y colonización de tierras en américa fue la evangelización de las personas que poblaran estos lugares, por lo tanto Cortés una vez que logra la derrota de los aztecas, pide al rey español Carlos V le envío a estas tierras de misioneros que se encarguen de esta labor.
En respuesta a esta petición, llegan a México en 1524 los que serían considerados los fundadores de la iglesia católica de nuestro país, formados por un grupo de doce misioneros franciscanos y conocidos en la historia de México como los “Doce Apóstoles. Ellos se avocaron al aprendizaje de lenguaje indígena, enseñaron a los nativos a leer, escribir, artes como la música, filosofía, etc.
De esta orden de misioneros sobresalen grandes personalidades como fray Toribio de Benavente conocido en nuestro país como Motolinía, fray Diego de Landa y fray Pedro de Gante.
Otra de las órdenes de misioneros que vinieron a cumplir la tarea de la conversión de los indígenas al cristianismo fue la de los agustinos, dominicos y por supuesto los jesuitas, ellos mediante su ingenio, inteligencia y bondad, enseñaron a los nativos el idioma español, labores nuevas y obviamente la fe católica, pero ¿qué diferencia existe entre los grupo de misioneros y los sacerdotes? La respuesta es muy sencilla, los primeros pertenecen al clero regular, su nombre proviene de “regla” y refiere a los sacerdotes que viven bajo la regla determinada de la orden, los segundos son parte del clero secular, su nombre proviene de “mundo”, por que el sacerdote vive entre el pueblo, no en convento o comunidad como las órdenes.
La evangelización o conquista espiritual en Nueva España, fue un proceso que tuvo la necesidad de incluir un cambio radical en la cultura indígena, erradicando el politeísmo, los sacrificios humanos y la poligamia, todas las acciones realizadas por los conquistadores para imponerse estaban amparadas en el derecho divino.
Los reyes Carlos V y Felipe II fueron los principales impulsores en el proceso de conquista espiritual, órdenes misioneras de mendicantes que son frailes que vivían de la caridad o limosna fueron los que con fe y esperanza educaron en la creencia católica a indígenas mexicanos, además de que les enseñaron aspectos relacionados con la arquitectura, pintura, música, teatro, y otros artes y oficio.
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