El paso a un nuevo siglo es un momento propicio para la reflexión. ¿De dónde venimos en lo que se refiere a Administración, y a dónde vamos? Hagamos una reflexión leyendo el siguiente artículo:
¿Cómo se administrará en el siglo XXI?
Entre sus rasgos característicos se puede mencionar: que no tendrá fronteras; provocará además una gran movilidad social que permitirá el ascenso de los individuos con talento, que por otra parte será facilitado por el mejor acceso a la educación; que producirá fracasos y no solo éxitos, ya que muchos tendrán la capacidad y talento, pero no todos podrán conseguir lo mejor.
Pero el futuro se está gestando hoy, y requerimos profundizar estudios teóricos que nos permitan hacer frente a esos retos futuros.
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