En la antigüedad las culturas prehispánicas Mexicanas tenían un sistema de correo bien definido, que utilizaban principalmente para uso militar. Era pieza clave en la expansión y mantenimiento del imperio.
Aquellos jóvenes que eran elegidos para trabajar como correos eran
instruidos en una escuela llamada Telpuchcalli en la cual se les impartían conocimientos de cálculo, astronomía, cronología, geografía, historia y mitología. Adicionalmente tomaban clases de lectura y escritura jeroglífica, solo aquellos que se destacaban por su cultura y preparación eran destinados a transmitir verbalmente los mensajes.
Pero los Paynani, no solo verbalmente transmitían la información a su destinatario. También utilizaban símbolos, emblemas e insignias dependiendo el tipo de mensaje que transmitían. Como lo menciona Cayetano Alcázar en sus Notas Sobre la Historia del Correo en América:
“[Los correos] llevaban insignias que variaban según la noticia de que eran portadores. Si llegaban con la melena suelta, sin hablar con nadie, iban directamente al palacio del Rey y ante él se hincaban de rodillas, era una derrota lo que anunciaban. Si sus cabellos iban atados con una cinta colorada y el cuerpo se ceñía con un paño de algodón, y en la mano izquierda llevaban una rodela y en la derecha una espada, y cantaban los hechos gloriosos de los antiguos mejicanos, era la victoria la noticia que iban a comunicar. ”
Ser correos era una actividad sumamente respetada en el imperio Azteca, por lo cual existía un estricto régimen de leyes para sancionar a todo aquel que atentara contra ellos, dicha acción era considerada sacrilegio. También existían leyes o reglas que utilizaban para verificar la veracidad de los mensajes.
Una vez que un Paynani entregaba un mensaje, era detenido hasta que otro mensajero llegara a corroborar dicha información y entonces era liberado. De no ser así, el Paynani era castigado con la muerte.
Finalmente se puede señalar que la llegada de los españoles significó una verdadera movilización de todos los correos y medios de comunicación disponibles en el Imperio. Uno de los procedimientos que más se empleaban para transmitir la noticia de la llegada de los extranjeros eran las grandes hogueras que, produciendo considerables humaredas, participaban a los más distantes pueblos las noticias convenientes. Numerosos correos llegaron a México en aquellos días comunicando la noticia.
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