Del siglo VI al XI,  se desarrollo el arte bizantino con una marcada diferencia  con el naturalismo del arte paleocristiano de Roma, convirtiéndose en un arte solemne, muy estilizado y sobre todo religioso. El arte se vio reflejado en la arquitectura y en las decoraciones de las iglesias, las cuales fueron decoradas con frescos y 

mosaicos, que seguían rígidas fórmulas en cuanto a tema y  ubicación de los personajes religiosos. Las mejores aportaciones del arte bizantino se dan en arquitectura y sobre todo, en la solución que dan al sostenimiento de las bóvedas. Combinan espacios cuadrados con bóvedas curvas a través de  pechinas.En su arquitectura el concepto de espacio también es diferente, se trata de  un espacio dilatado, dinámico, con planta de cruz griega, grandes espacios curvos bajo cúpulas o bajo bóvedas de cuadrado del crucero en las basílicas. Las principales 

iglesias: la de santa Sofía, Baco, Santa Irene, Santos Apóstoles de Constantinopla, San Juan de Éfeso, San Vital, y la iglesia de San Apolinar Nuevo. La Basílica de Santa Sofía fue obra más importante, se le reconoce por ser el centro solemne ceremonial político-religioso en el que queda a salvo el poder teocrático del emperador, a la vez que catedral de los patriarcas, Su pintura siempre estuvo ligada al pensamiento teológico y en función del ritual litúrgico. Como por ejemplo la decoración mural de las iglesias se ajustó 

a lo ordinario de un esquema teológico. El icono, es un cuadro religioso sobre madera, con una función especifica en el arte bizantino. Se conocen desde el siglo IV los iconos que representan a los santos mártires; luego prevalecerán las representaciones de Cristo y de la Virgen María. La pintura de libros se practicaba desde época paleocristiana y acompaña al texto de los libros del Antiguo y Nuevo Testamento con ilustraciones que a veces plasman paso a paso los hechos narrados. La época iconoclasta pertenece a los siglos VIII al IX,  el movimiento iconoclasta supone una interrupción en el desarrollo de las artes figurativas.  La época posterior  iconoclasta se dio tras la

 pausa de casi un siglo, en este periodo lo figurativo experimenta un salto atrás, haciéndose palpable la búsqueda de una nueva concepción para el cuadro. Alcanza gran esplendor la pintura de libros con variantes estilísticas en un mismo libro.  Por su importancia destacan Los salterios, de gran riqueza los de carácter cortesano y más sencillos de los de uso popular o monástico.

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