Cómo recordarás, hemos estado comentando que para el estudio de la historia es necesario distinguir dos valiosos e importantes puntos, el primero de ellos se refiere a ubicarnos en un espacio geográfico y el otro se un espacio de tiempo, para el caso que nos ocupa, el espacio geográfico será Mesoamérica y el de tiempo también se podrá llamar horizonte o periodo cultural que dependiendo la fecha puede corresponder a preclásico, clásico o posclásico, hoy ligaremos estos puntos a otro de suma importancia que nos llevará a comprender un poco más el funcionamiento de las sociedades del México antiguo, me refiero al de la educación.
La educación hoy en día es visto como un aspecto natural del desarrollo humano, pero qué papel jugaba esta en las sociedades del México antiguo, hoy te comentaré un poco de este tema, ya que es la mejor forma de conocer y comprender las condiciones de cualquier grupo social en un momento y lugar determinado, la educación da la formación social, enlaza a los integrantes de la comunidad y define el rumbo que esta desea.
Desde la época prehispánica, las sociedades no solo se preocuparon de la educación sino que se ocuparon, según lo que se recopiló fray Bernardino de Sahagún y que hizo público en la Historia General de las cosas de la Nueva España, los lugares donde se podía acceder a la educación eran el calmécac y el telpochcalli, estas escuelas Sahagún las llama “templos”, debido a que la educación se basaba en la religión, esta preparación era incluyente de hombres y mujeres de cualquier clase social.
En el calmécac a los estudiantes varones se les instruía para hacer penitencias, servicio a los dioses, valores, hábitos de higiene, también se les capacitaba para la vida militar, aprendían a leer, de este colegio salían señores o dirigentes políticos importantes, nobles a cargo de quienes estaba el pueblo, lo mismo que militares, a las mujeres se les inculcaban valores como la castidad, discreción, obediencia y humildad.
Esta educación cambia con la llegada de los españoles, aunque muchos rasgos son conservados entre ellos la religiosidad pero con la gran diferencia que ya no es politeísta sino cristiana.
Fray Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de la Nueva España, 8ª ed., México, Porrúa, 1992 (Sepan cuantos…, 300). 2 Ibid., p. 401. 3 Fray Joseph de Acosta, Vida religiosa y civil de los indios, México, UNAM, 1978, p.132-133 (Biblioteca del estudiante universitario, 83.
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