Consideramos necesario decir que nuestro estudio siempre debe partir del Estado como ente que no es de forma corpórea, sino que se observa en su propia actuación, por medio de sus instrumentos. Ello porque su regulación con el derecho es de extrema importancia.  ¿A qué nos remitimos cuando decimos “naturaleza del Estado? Precisamente se refiere a qué entendemos por Estado, cuál es su origen, elementos, estructura, etc.

Por otra parte es el Derecho Constitucional el que da forma a los órganos del poder de gobierno, y órganos técnicos que dictan y aplican el derecho aplicable al pueblo, que en él determina su pacto previo de convivencia, y para su territorio o espacio físico de dominio. Allí los tres elementos clásicos del Estado.

Como sabemos el origen del Estado, como lo conocemos actualmente, es relativamente reciente. Sin embargo se podía hablar, en la antigüedad, de ciudades Estados. En esta afirmación observamos la evolución del Estado, que se transforma, y que acompaña el querer del pueblo.

Más allá de estos elementos señalados, existen determinadas características que surgen de los mismos, los que se relacionan a través de una relación de autoridad y subordinación entre sus integrantes: a) el ejercicio monopólico de la violencia por quienes son titulares de la autoridad; b) la existencia de un orden jurídico; c) relativa permanencia.

El Estado es, entonces, una organización creada por el pacto de los hombres y que, posteriormente, desarrolla la sociedad. En ese sentido, luego del acuerdo, necesario porque el hombre necesita vivir en sociedad de conformidad con su evolución, es un ente social organizado e institucionalizado. Su fin es el bien común mediante la regularización coercitiva y, eventualmente, coactiva, del hombre por normas jurídicas dictadas por los órganos competentes creados por el Poder Constituyente que deben seguir, o adaptarse a la ley natural del Creador. Por ello el Estado es un grupo de hombres que decide vivir en sociedad y se organiza, creando una organización institucionalizada y política, para habitar en un territorio.

Hay quienes sostienen que  su causa primera del Estado consiste en una exigencia de la naturaleza humana, en tanto que otros afirman que es un producto de la libre voluntad de los hombres, que su génesis obedece a fuerzas que están por fuera de la sociedad; que es la sociedad la que obliga al hombre a someterse al Estado, o que el hombre se somete al Estado por deliberada voluntad, en fin que el Estado es un organismo natural, o  bien un mecanismo, una creación artificial. Estas divergencias conceptuales tienen su origen en la circunstancia de no percibir  con claridad la distinción que separa lo natural de lo cultural, confundiendo la sociedad con el Estado, en no comprender sino la realidad exterior del Estado, lo objetivo del fenómeno estatal,  referido a la interioridad humana.

BIBLIOGRAFÍA

– Andrade S. Eduardo, Teoría general del Estado 2da. Edición, Editorial Oxford.

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