En el día a día nos enfrentamos a estas dos cortas palabras. Demanda se tiende a asociar al área del derecho, de las leyes. Mientras que la oferta a todo aquello que se ve en un mercado con un precio considerablemente menor a uno que tuvo anteriormente.
Pero, ¿lo has visto desde la perspectiva económica? La oferta y demanda son conceptos básicos estudiados por la microeconomía, y por ser parte de ella te imaginarás que nos involucra tanto a mí que estoy hablándote a través de este espacio, como a ti que me lees. Yo te estoy ofreciendo un servicio como la educación, porque tú me lo estás demandando.
Mi primer interrogante para ti es la siguiente: ¿Cuánto está dispuesto a demandar un consumidor? ¿En función de qué variables estarías dispuesto a demandar? La decisión de un consumidor girará en torno a las siguientes variables: el precio, el ingreso del consumidor, el precio de los bienes sustitutos (autobús y tren), el precio de los bienes complementarios (la elaboración de un agua de naranja), las preferencias o gustos del consumidor, y las expectativas que éste tenga.
Me gustaría detenerme un poco en los bienes sustitutos. Un bien sustituto no es lo mismo que un bien complementario. El primero, lo podrás percibir como una opción ante el cambio del precio de uno de los bienes o servicios. Por ejemplo, si el precio del autobús aumenta, tengo como segunda opción tomar el tren.
Los bienes complementarios por su parte, son aquellos que forman de manera secundaria un bien, es decir, es parte de la conformación de éste. En la elaboración de la limonada el azúcar sería un bien complementario, o si tú has adquirido un auto sabrás que como bien complementario puedes tomar en cuenta el seguro.
Así como contamos con la demanda, debe existir la oferta. Sin oferta no hay demanda, y sin demanda no hay oferta. En la oferta también encontramos variables como el precio del producto, los salarios pagados a los empleados, el precio de los materiales, el costo de capital (para la elaboración de donas es evidente que deberás comprar algún horno), la tecnología, las expectativas de precios futuros, y los impuestos pagados al Estado.
El tema de la oferta y la demanda podrás ver que resulta extenso, y bien no sólo eso, sino que amplía tu panorama en cuanto a la toma de decisiones tanto en el rol de demandantes como en el de oferente u ofertante.
BIBLIOGRAFÍA
PEARSON Higher Education. Demand, supply, and market equilibrium. [Fecha de consulta: 4 de septiembre de 2013].
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