He descubierto una nueva forma de ser feliz, la usabilidad. Claro que lo que te hace feliz te puede hacer también desgraciado cuando se esfuma o está ausente. Me explico, acabo de cambiar de teléfono móvil y el nuevo, de la misma marca que el anterior, trae otra versión de sistema operativo. Sigue haciendo exactamente las mismas cosas que el modelo previo pero ahora, por ejemplo, no tengo que acordarme de cuál era la combinación de teclas para añadir a alguien a una multiconferencia o para poner el altavoz durante una conversación, sencillamente, todas las opciones disponibles aparecen en pantalla y son seleccionables. ¡Qué elemental! Pero qué maravilla al mismo tiempo.
Para esa transformación de lo odioso a lo amable hay una sola clave, se llama usabilidad y es algo de lo que desgraciadamente carecen multitud de aparatos, páginas webs de compañías, aplicaciones y puestos de información.
La parte mala del asunto es que cuando la usabilidad brilla por su ausencia, y eso está a la orden del día, sufres la frustración de encontrarte ante pantallas desde las que no sabes por donde seguir o qué opciones escoger para llegar a lo que buscas.
Para un profesional de la comunicación es fundamental entender que la falta de usabilidad se convierte en una barrera, a veces infranqueable. De nada vale que toda la información que el público, el cliente, el grupo de interés o quien sea nuestro público objetivo demanda esté contenida en un sitio web si luego nuestra torpeza al diseñarlo o al supervisarlo hace que resulte inaccesible o muy difícil de encontrar.
Hoy los canales electrónicos de información constituyen una herramienta esencial de comunicación para la empresa y las instituciones, y por esa razón los responsables de comunicación tienen que asegurarse de que sus canales de información electrónica son fáciles de utilizar, ofrecen una experiencia de usuario gratificante y son eficientes para sus usuarios. No sólo nos jugamos la posibilidad de transmitir adecuadamente nuestro mensaje sino también la de ofrecer una imagen de compañía adaptada a los tiempos que entiende las necesidades y la forma de pensar de sus clientes y usuarios.
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