adm007_08_02Cuando se ha evaluado un proyecto y se ha aceptado su proposición lo siguiente es buscar la fuente de capital que cubrirá la aplicación del mismo, pues en este punto  ya sabemos cuánto dinero se necesita para llevarlo a cabo y cuál será la fuente de financiamiento más adecuada. El análisis de la fuente de financiamiento óptima es un proceso que puede convertirse en un proceso extenso debido a las múltiples alternativas que se tiene para ello. Por esta razón analizaremos brevemente las fuentes de financiamiento tal cual las analiza Juan José Miranda en su libro gestión de proyectos.

En cuanto a las fuentes de financiamiento, por un lado tenemos las llamadas fuentes internas, que corresponden a recursos generados como consecuencia de la operación de la empresa; y por otro lado, los recursos externos a la empresa, ya sean de origen nacional o extranjero.

Fuentes internas:

Utilidades no distribuidas. Sirven como fuente de capital para expansión o para nuevas inversiones. Si la rentabilidad esperada de la empresa es claramente llamativa, será también para los propietarios, sin embargo, éstos no estarían interesados en colocar su capital adicional en una opción que no ofreciera mejores garantías que otras alternativas.

Depreciación. Los fondos de depreciación acumulados sirven para financiar diferentes sectores de desarrollo de la empresa y para hacer frente a nuevas necesidades.

Venta de activos. La venta de activos fijos, o de la cartera o la disminución de los inventarios, pueden constituirse en mecanismos alternos de financiación interna de la empresa.

Fuentes externas:

Acciones. Para los nuevos propietarios el rendimiento de su inversión está representado en dividendos o en el aumento en el valor de su participación; para los poseedores de títulos de deuda, el rendimiento está representado en los intereses que reciben periódicamente.

Bonos. La adquisición de bonos representa una hipoteca o derecho sobre los activos reales de la empresa.

Boceas o Bono Obligatorio Convertible en Acciones. Representan un instrumento de crédito negociable por medio del cual las sociedades captan recursos en calidad de préstamo, reembolsables también a mediano y largo plazo, a cambio del pago de una renta constante, pero que son transformables legal y contractualmente, en acciones.

Crédito nacional:

Recursos de financiación a corto plazo. Encontramos los sobregiros bancarios, la cartera ordinaria o comercial, las cartas de crédito con financiación, las aceptaciones bancarias y el descuento de bonos de prenda.

Fuentes de financiación a mediano plazo. Crédito bancario de libre asignación y el crédito de fomento, el cual se tramita a través de bancos y corporaciones financieras.

Crédito internacional. Cuando las necesidades de crédito son suficientemente grandes, ya para el financiamiento de proyectos aislados o para paquetes de proyectos inmersos en planes de desarrollo, se requiere la participación de más de un banco o sea un “sindicato de instituciones financieras”, con el fin de diversificar el riesgo y hacer más expeditos los trámites de administración relacionados con la aprobación, desembolso, supervisión y recaudo de los créditos.

Técnicas como los futuros, las opciones y los swaps, han sido diseñadas para transferir y distribuir alguno de los riesgos conexos a las operaciones de comercio exterior. En efecto, la gestión de riesgos comprende la reestructuración de arreglos financieros con el objeto de producir ganancias o pérdidas, que compensen, al menos en parte, las ganancias o pérdidas derivadas de la inestabilidad de los precios.

La fuente de financiamiento óptima para un proyecto determinado será aquella que cubra todos los requisitos de éste y al menor precio posible, por tanto en un análisis de fuentes de financiamiento es muy importante conocer los costos y gastos a los que se incurrirá con cada fuente de financiación.

Fuente:

MIRANDA, Juan José. Gestión de proyectos. MM editores, 5ta edición: Bogotá, 2005. 438 pp.

ISBN: 9589622720

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